miércoles, 9 de julio de 2008

9 de julio de 2008

Hoy me he levantado a las 8. He desayunado muy deprisa porque no me acordaba de que tenía una reunión con Bill Gates, que quiere poner una planta en mi Isla-Estado. La reunión ha sido muy agradable aunque al final no he querido que ponga la planta. Me ha dicho que de todas formas, me iba a regalar un prototipo de ordenador portátil de última generación con un nuevo sistema operativo llamado Windows 98. Le he dicho que ya tengo un Mac, que no me hacía falta, nos hemos dado un apretón de manos y se ha ido con sus asesores. Es muy simpático.
La reunión me ha dejado poco tiempo para firmar actas y resoluciones, que he tenido que aprobar sin leer para llegar a la hora de comer.
Hoy: Guisantes con jamón y huevos fritos (treinta). De postre una manzana.
He visto la película: Medio Fumao (mala aunque graciosa). Tengo la sensación de que ya la había visto, aunque eso es imposible, puesto que acaba de llegar por primera vez a mi isla.
He merendado, he hecho pesas y abdominales, y la cama.
Antes he escrito este diario. Es una buena forma de recordar las cosas que pasan.
Un abrazo.

martes, 8 de julio de 2008

8 de julio de 2008

Hoy me he levantado a las 8. He hecho trabajos de gobierno, he firmado dos proyectos de ley, he visto en video una película llamada "Giro al infierno" (regular) y he comido: maíz, batata, carne de cerdo. De postre helado de fresa. Luego he merendado, un rato de gimnasio, y a dormir. Antes de ir a la cama he escrito esto. Anoche dormí mal, me ha dicho mi mujer que estuve enfermo, que tuve pesadillas y fiebre, pero esta mañana estaba bien ya. Mi mujer y mis hijos han estado por la casa todo el día. Rigo, mi perro, no se apartaba de mis pies. Ahora voy a dormir otra vez. Un abrazo.

sábado, 5 de julio de 2008

4 de julio de 2008, Día de la Independencia

Hola.
Hoy he pensado que de alguna manera las cosas están saliendo muy bien. Echo de menos a mi mujer sobre todo a la hora de ir a dormir. A mis hijos les tengo cariño. Me gusta jugar con Rigo y lanzar un libro de Faulkner para que corra tras él y echo de menos esas cosas de él. Lo que me preocupa es que él me eche de menos a mí por cosas más vitales, como comer o beber agua.
He comido grasa de ballena y una inmensa aleta, algo correosa, que sabía a vinagre. Me doy cuenta de que el agua que me dan de beber tiene algo raro, un toque salado: puede que sea agua del mar tratada de alguna forma.
He intentado pedir a los marineros una televisión o una radio pero no he visto a nadie, ni siquiera al grumete que se deja ver de tanto en tanto.
La dirección del barco sigue siendo Oeste. El estado de la mar es de calma absoluta, pero el barco se mueve endiabladamente. Debe estar medio roto.
Pensar que hoy es el día de la independencia en mi país y que yo tengo que estar en este barco, tan solo, no me entristece tanto como pensaba. Veo que los problemas parecen terribles cuando no han llegado y los esperamos, pero después son mucho menos dolorosos.
Un abrazo.

jueves, 3 de julio de 2008

3 de julio de 2008

Me siguen tratando como a un dios. Hoy he comido más carne de ballena, preparada esta vez al limón. Realmente sabía a limón intensamente, como si la hubieran frito en su jugo. Después de tres platos, estaba realmente lleno.
He intentado preguntar a un grumete a dónde nos dirigimos (la orientación del barco es Oeste según el sol cuando atardece) porque creo que la isla de la Chatarra está en un atolón al sur de mi isla. He hecho tres acercamientos al grumete (el único ser vivo que he visto en cubierta durante estos dos días). El primero fue ayer: lo vi manejando una grúa e intando mover chatarra bajo la trampilla de la bodega del barco. Cuando me vio soltó los mandos y la grua soltó en el mar su carga. Los peces harán una casa cuando esos pedazos de coches lleguen al fondo. La segunda vez ha sido esta mañana, cuando vino a traerme la carne de ballena. Intenté agarrarlo por los brazos pero estaban tan resbaladizos por la grasa que se zafó y salió corriendo.
La tercera, hace un rato: estaba espiándome desde la cubierta superior, subí las escaleras corriendo y cuando llegué arriba ya había desaparecido. Quedaba su plato, con pedazos de grasa de ballena, que me comí al instante. Supongo que su tarea es alimentarme y vigilarme.
Así que vuelve a hacerse de noche, vuelvo a dormir al raso, y cada vez sé menos acerca de mi propia vida, que podríamos decir que está a la deriva.
Amigos, es una suerte que sigáis leyéndome. Un abrazo.

2 de julio de 2008

Me tratan como a un dios. He comido por primera vez carne de ballena. Es dulce como el chocolate con leche, y un plato pequeño llena como uno grande. Los chatarreros de mi barco la preparan por lo que parece cocida en su propia grasa.
Un abrazo.

martes, 1 de julio de 2008

1 de julio de 2008

Ha cambiado el mes y todo ha cambiado bastante más de lo que os imagináis a estas alturas. Os explicaré cómo he salido de la isla en un barco rumbo a Huokla, la isla vertedero donde va a parar toda la basura de Micronesia.
Yo estaba sentado apaciblemente en una butaca de autobús que conseguí incorporar al fondo de la suave y blanda cueva de sillones que encontré. Realmente cabeceaba en la oscuridad y me dormía intentando pensar soluciones alternativas a entregarme, porque la penumbra siempre me ha dado mucho sueño, y además llevaba días durmiendo al raso encima del suelo. El confort de estos asientos iba sendándome y de pronto me pareció que algo suave y blando me estaba abrazando. Estaba soñando en el duermevela con Rigo. Se me abalanzaba y me abrazaba, casi sentía el contacto de su pelaje corto como de tapicería, y de alguna forma llegó a mis narices el olor a perro mojado. Pero entonces recordé dónde estaba y abrí los ojos y no pude ver nada ni moverme. En un primer momento pensé que estaba condenado: la cueva de sillones se había cerrado sobre mí, y estaba totalmente atrapado. La gomaespuma se había convertido en un cepo imposible de mover, en el que sentía una presión de toneladas sobre mí pero no llegaba a aplastarme. A duras penas podía respirar, y al intentar gritar llegó a mis oídos un murmullo apagado abriéndose paso desde las profundidades de un cojín.
Entonces me di cuenta de que podía respirar: seguramente se había formado una cánula que me mantendría con vida hasta que muriera de hambre o un nuevo desprendimiento me aplastase definitivamente. Pese a ello, me tranquilicé y empecé a buscar de nuevo soluciones. Moverme: imposible. Ni siquiera en los tiempos de Conan hubiera podido mover esa masa de blandura que me atrapaba. Gritar: inútil, porque el sonido no llegaba más allá del segundo asiento, empantanado. ¿Qué podía hacer? Esperar a que pasase algo nuevo. ¿Y podéis creerlo? Claro que sí, no estaría escribiendo esto de no ser por aquel nuevo ataque de suerte.
Primero pensé que algo me estaba desmembrando porque me rodeé de movimiento, fui apresado por corrientes subterráneas de sillones que se movían. Después me di cuenta de que la montaña que me había sepultado se venía abajo. El sillón que tenía delante de mi cara se despeñó y vi el mar, intenté moverme pero era imposible, una bola de asientos conmigo dentro se balanceaba por el aire sobre un barco carguero. ¡Claro!, me dije, una grúa me ha atrapado. Empecé a gritar ahora que podía y los marineros me vieron.
Bajaron con cuidado la bola de asientos a cubierta y arrancaron con sus propias manos los que me impedían moverme. Cuando me vieron liberado, en lugar de llamar a la policía, como yo pensaba que harían, corrieron aterrados por la cubierta. Debieron pensar que soy un Terminator, o una especie de dios micronesio de las butacas.
El caso es que el barco navega rumbo a la isla de la chatarra, estoy libre pero esto no es una gran noticia, y continuamente me dejan en cubierta toneladas de pescado frito con arroz y monedas de plata y salen corriendo donde no pueda verlos. Y si intento moverme, disparan a mis pies con unas escopetas de perdigones.
Quién lo hubiera dicho hace un mes...
Un abrazo.

lunes, 30 de junio de 2008

30 de junio de 2008

El desguace para barcos que vimos desde un barco de vela Donald R. y yo parece que no es lo que pensaba. Estoy triste y decepcionado. He caminado entre hierros oxidados. Había trozos de barcos, coches prensados convertidos en cubos de avecrem, tubos, vigas, chapas, ruedas, plástico, y lo más parecido a una lancha que he visto era un cáscara agujereada de barca, que iría a pique en una bañera.
Al menos he encontrado comida. En la garita de los chatarreros había una nevera con salami, jamón, queso y ocho yogures. Me lo he comido todo. También había doce cervezas, y me he bebido dos.
Había una pequeña televisión. La he encendido para ver si decían algo sobre mí pero estaban poniendo una serie en la que una monja que vive en un convento tiene una relación de amor con otra monja de otro convento por internet. La serie se llama "Cuaresma digital" y verla me ha recordado los tiempos que en que yo era un político decente y un actor a tiempo parcial que tenía una familia y una casa y el gobierno de una isla en la que ahora soy un fugitivo. Así que lo único que he conseguido poniendo la tele es entristecerme y empezar a pensar en Rigo todo el tiempo. ¿Lo habrán encerrado en una perrera? Allí morirá porque no le dejarán leer tranquilo los ladridos histéricos de sus compañeros.
Ahora que veo que no podré escapar en barca tengo dos opciones:
1) Entregarme.
2) No sé qué hacer si no me entrego.
Lo pensaré. Entre las montañas de chatarra he encontrado una especie de gruta acogedora que se ha originado en un montón de sillones de coche. Allí no me verán y podré tumbarme cómodamente, y también estar sentado. Tal y como tengo los pies ahora mismo, no puedo hacer otra cosa. Dentro de la gruta no llega la luz, así que voy a dejarlo aquí por ahora. Pero si me entrego o se me ocurre cualquier cosa, enseguida lo escribiré aquí para que no se me olvide.
Un abrazo.

sábado, 28 de junio de 2008

28 de junio de 2008

Hola.
Ayer tuve sueños raros, y hoy es como si la memoria recordase cosas que había olvidado. Por ejemplo, recuerdo ser un niño pequeño, todavía en Alemania, y pasear en un carricoche mirando en el cielo los pájaros. También un puesto de helados que volcó, y todo se salió y se mezcló en el suelo. También el miedo al rugido de las tuberías.
Me he despertado y era de noche otra vez, pero un resplandor me guiaba a través de la vegetación y he llegado al final de la isla. A izquierda y derecha solo hay oscuridad verdosa, y enfrente está el mar. El desguace para barcos debe estar en una de las dos direcciones, así que me he sentado a pensar. Ahora estoy escribiendo esto, y no sirve para
Hace un rato, estaba escribiendo y pensando hacia dónde podía ir para llegar al desguace de barcos, y la luz de un foco me pasó rozando. Me escondí, la luz pasó de largo, pero pude ver mis manos, sucias de sangre seca. No es mi sangre, la herida está cerrada. Es la sangre de una comadreja que he cazado, y cuya carne no pude calentar porque no sé encender fuego sin mechero y tuve que dejar el cadáver pudriéndose en la selva.
El foco era de una lancha. Me están buscando a mí, y me extraña que no hayan lanzado a los perros a seguir mi rastro. Es posible que los olores de la selva desorienten a los hocicos de los perros. A mi pobre Rigo no lo confundirían, pero estos perros de policía no saben ni leer.
De todas formas, es vital que llegue al desguace para barcos y que lo haga pronto. Esta isla es pequeña y solamente puedo esconderme en la selva. Me van a encontrar y no sé a cuento de qué pero será mejor que no lo hagan.
Pero hasta mañana no puedo seguir. Estoy a punto de desmayarme varias veces, no soy capaz de seguir escribiendo y ni siquiera sé si gastar azúcar en esto es adecuado.
Ahora voy a dormir. Si mañana no encuentro el desguace no escribiré. No voy a escribir hasta que no esté en la lancha, en medio del mar. Puede, entonces, que no volváis a saber de mí nunca más. Si me muero, no os olvidéis de Rigo. Es mi perro, y está loco. Pero es bueno y listo.
Un abrazo.

viernes, 27 de junio de 2008

27 de julio de 2008

Transitar la selva está siendo lento. Aquí todo el tiempo es todo igual: árboles que se convierten en una masa verde casi desde el suelo, animales asombrados, sonidos que parece que vienen de todos los sitios del mundo. Me aburro mucho y me duele la herida. He comido unos frutos de color violeta y me vence la somnolencia. Voy a parar para dormir.

jueves, 26 de junio de 2008

26 de junio de 2008

He hecho un plano de la isla para orientarme. Todo es aproximativo pero conozco la isla como la palma de mi mano, así que me servirá de guía. Aquí está:Yo debo estar donde pone Me, porque cuando salí corriendo veía mi sombra delante de mí y era por la tarde. Atravesé Golu, la capital, que es el punto por el que pasa la línea discontínua. Llegué a la selva y anduve en la misma dirección, hasta encontrar este sitio. Ellos me perseguirán desde City, y pensarán que me dirijo al aeropuerto para salir de aquí por aire en mi avioneta privada, pero se equivocan.
Voy a cruzar la selva. Cuando jugábamos a los barcos de vela, Donald R. y yo veíamos que en medio de la selva había una zona donde se habían instalado los chatarreros de barcos. He marcado el punto aproximado, al norte. Mi idea es llegar hasta allí. Tardaré más de un día y posiblemente me pierda y salga en cualquier otra parte de la costa norte. En ese caso, tendré que ir a izquierda o derecha, dependiendo de mi intuición más que otra cosa.
Una vez en el muelle, buscaré una lancha en condiciones y saldré de la isla. Sea lo que sea lo que piensan que hice, fue suficiente para dispararme. Ahora es cuestión de vida o muerte, y solo lamento que Rigo se quede solo y que mi mujer y mis hijos no estén donde pueda encontrarlos. A Rigo volveré a recogerlo en cuanto haya forma de hacerlo.
Me voy a dormir porque mañana será un día muy duro. Saldré temprano.
Un abrazo.
Pd: He conseguido que una familia de monos abra el coco para mí a cambio de las llaves del coche. Eran brillantes y han gustado mucho al mono más pequeño. La leche de coco me reconforta y me refresca y su carne me hace sentir mejor, pero ahora quiero más y ya no queda. Mañana tendré que buscar algo para comer. Quizás intente cazar un mono.

miércoles, 25 de junio de 2008

25 de junio de 2008

La selva donde me escondo es demasiado húmeda, tengo la ropa empapada de sudor y de sangre, me duele la cabeza. He comido todo el muesli en un ataque de nerviosismo. De vez en cuando oigo pasos: la selva está llena de sonidos que imitan a la realidad. Son los animales, las plantas y la misma tierra: imitan susurros de gente, pasos, arrastre de muebles, estornudos, sirenas de bomberos y el remolino de la cisterna de váter. Aquí puede escucharse cualquier cosa hasta volverse loco.
Durante un rato he intentado partir el coco de ayer pero ha sido imposible. Lo he estrellado contra una piedra y contra un tronco, he intentado clavarle un guijarro. Lo muevo y dentro suena agua y comida.
Como tengo tanto tiempo he intentado averiguar por qué está pasando todo esto y qué tiene que ver la desaparición de mi mujer y mis hijos y las magulladuras de Rigo. Cada vez que pienso en Rigo tengo que parar de pensar y quitármelo de la cabeza para poder seguir pensando. Estará preguntándose dónde está su dueño, seguramente asustado pese a tener un aspecto fiero. Y seguramente eche de menos nuevas lecturas también.
He recordado un momento de hace mes y medio o algo así. Llego a casa y mi mujer sale corriendo a recibirme. Me besa muy apasionadamente, me lleva hasta la puerta, y apoyados allí nos entretenemos un poco. Creo oír algo raro pero ella me pone las manos en las orejas. Cuando terminamos, estoy en mi despacho. Encuentro que hay algo fuera de lugar, algo que no se corresponde con mi orden, pero no sé lo que es. Después mi mujer me rehúye constantemente, y cuando me voy a dormir ella todavía mira la tele...
Y entonces ha llegado la noche, y tengo que escribir estas notas a oscuras, y los sonidos de la selva vuelven a envolverme: cascabeleo de serpientes, ulular de búhos y campanas, chapoteo de niños jugando en una piscina y algo parecido a una radio que no encuentra su emisora.
Mañana tendría que abandonar la selva. Tomar alguna decisión, como entregarme o pensar en salir de la isla. Ahora que la herida ha cerrado, es mucho más aburrido esperar aquí a que las razones vengan a mi cabeza.

martes, 24 de junio de 2008

24 de julio de 2008 (noche)

La herida de mi hombro ha dejado de sangrar, pero si me muevo la herida se abre. Quiero decir con esto que no puedo dormir.

24 de julio de 2008

Me han disparado tres veces y una de ellas me ha rozado. Creo que nunca me habían disparado de verdad. En Terminator las balas me rebotan, pero la que me ha rozado ha dolido mucho. Como la mordedura de un perro o como si un pescador hubiera lanzado el anzuelo sobre mi hombro. He saltado el muro de la finca y me he destrozado los pies al caer al otro lado. He corrido hasta dejarme los tobillos, he mirado atrás y nadie me seguía. Estaba en medio de la calle para turistas de Golu, la capital de mi isla. Algunos miraban la sangre delatando en mi hombro que algo pasaba. Me he alejado de allí, algunos han intentado pararme y los he empujado, pero ya no podía correr. Ahora estoy en la entrada de la selva, fuera de Golu. Ellos van a suponer que me he escondido aquí y van a venir a buscarme con perros. La sangre los despertará y volverá locos y me van a encontrar.
He encontrado un coco pero no he podido abrirlo. Quizás no sea más que una piedra. He tenido que comer una de las tres chocolatinas de muesli que me llevé para el viaje. La herida del hombro no tiene pinta de cerrarse. He roto mi camiseta y la he vendado, pero no soy capaz de hacer un nudo que aguante. He sido idiota trayendo este cuaderno y este bolígrafo y dejándome algo tan básico como el esparadrapo.
Voy a dormirme, y cuando despierte, quizás sepa ya de qué va a servirme escapar en estas condiciones. Quizás mañana vuelva a casa, porque Rigo debe estar solo y desorientado. Es posible que los guardias le hagan algo malo para vengarse de mí. No se han llevado bien en todo el tiempo que estuvieron en casa.
Un abrazo.

lunes, 23 de junio de 2008

23 de julio de 2008

Hoy me he levantado a las 8. He comprobado que el teléfono sigue sin funcionar, y que ahora internet tampoco. He estado toda la mañana sin hacer nada. A ratos un policía se creía en la necesidad de hablar conmigo o de jugar con Rigo, pero luego Rigo se ha escapado y todavía no ha vuelto. Puede que esté dentro del jardín de la finca o puede que haya salido. He visto en video una película llamada "Contact" (aburrida) y he comido lo que me han traído los guardias: tres bocadillos de atún y mayonesa. De postre ocho kiwis. Luego he merendado, un rato de gimnasio, y a dormir. Anoche soñé con mi mujer y mis hijos y esta mañana ha sido rara, creo que por esa razón, porque no están, porque no sé dónde están aunque los policías dicen que están bien como si eso tuviera algo que ver con estar lejos. Un abrazo.

domingo, 22 de junio de 2008

22 de junio de 2008

Hoy me he levantado a las 8. He comprobado que el teléfono no funciona pero sí internet. He estado toda la mañana sin hacer nada. A ratos un policía se creía en la necesidad de hablar conmigo o de jugar con Rigo, pero él tampoco estaba de humor y es bastante más peligroso que yo. He visto en video una película llamada "La liga de los hombres extraordinarios" (regular) y he comido lo que me han traído los guardias: doce ensaladas envasadas al vacío. De postre helado de plátano. Luego he merendado, un rato de gimnasio, y a dormir. Anoche soñé que me escapaba. Un abrazo.

sábado, 21 de junio de 2008

21 de junio de 2008

Hola. Hoy ha sido un día más entretenido: me han soltado. Unos policías me han acompañado a casa por la mañana y se han quedado en la puerta. Estoy "bajo fianza". El rodaje de Terminator 4 no podrá seguir por el momento, y tampoco me permiten hacer trabajos de gobierno, así que he didicado todo el día a ver películas ("El cuarto mandamiento" -aburrida- y "Tortugas ninja 2" -entretenida-) y a hacer deporte. Mis hijos y mi mujer no estaban en casa, y cuando he preguntado a los policías si era posible poner una denuncia o avisar a alguien me han dicho que no me preocupe, que ellos están bien. Por la forma en que lo han dicho he intuido que ellos estaban bien, pero que yo no tenía mucho derecho a preguntar por ellos.
Rigo es el único que está por aquí. Cuando me vio saltó a abrazarme pero después, cuando se acostumbró a mi presencia, se puso receloso y al acercarme a su plato de comida y a su biblioteca me amenazaba enseñándome los dientes.
He comido lo que había en la nevera: Tres pizzas tamaño familiar de jamón y queso, atún y queso y queso y queso, y he pedido a los policías que dejen pasar a mis empleadas para que compren, limpien y cocinen, pero me han dicho, muy bruscamente, que ellos se encargarán de todo.
No sé qué es lo que toda esta gente cree que he hecho, pero estoy seguro de que todo estaba en los papeles de la caja fuerte. Los papeles no están allí, y la cerradura de la caja está destrozada. Tampoco en los cajones de mi mesa hay papeles, ni en los ficheros. Todo, lo han requisado todo, o quizás lo haya robado otra persona. Nadie está dispuesto a hablar conmigo más que de mis películas. Uno de los guardias dice que Terminator 2 es la mejor película de la historia, y que lo siente.
Un abrazo.

viernes, 20 de junio de 2008

20 de junio de 2008

Quinto día de rodaje. Se ha suspendido, claro. Sigo en la celda y nadie me dice por qué. Ha venido un hombre que dice que es abogado y yo estaba de muy mal humor. Le he dicho que llamase a mis abogados y me ha respondido que ya no tengo abogados. Le he preguntado por qué y me ha respondido que mis abogados están todos detenidos menos uno. ¿Y el otro? Parece ser que ha cruzado la frontera.
Me ha dicho que no me preocupe, que dentro de lo que cabe tengo posibilidades de salvarme. Entonces he vuelto a preguntar por qué tengo que salvarme de algo y el abogado se ha ido. No recuerdo si me ha dicho su nombre.
Pienso en Rigo y tengo un nudo en el corazón. Espero que el jardinero o alguien le dé comida, o acabará cazando o muriéndose de hambre.
En la celda, salvo por la visita del abogado, he dormido, he comido: maíz, queso de cabra, manzana, he hecho gimnasia (flexiones, abdominales) y he dormido. Antes he escrito esto. Lo haré todos los días.

jueves, 19 de junio de 2008

19 de junio de 2008

Cuarto día de rodaje. Me he levantado, me han maquillado, he actuado, he comido, he recibido una llamada telefónica y he tenido que volver a casa. Me ha llevado en coche uno de los actores. El coche, un Mustang, volará en pedazos en la próxima sesión de rodaje. He visto saltar por los aires coches de todo tipo, pero nunca me habían llevado en uno de ellos. El tipo que conducía me preguntaba todo el rato cómo estaba, si estaba tranquilo, y yo le decía que sí.
Cuando hemos llegado a la puerta de la finca un guardia nos ha parado y al verme la cara (tengo media cara maquillada de robot) ha abierto mucho los ojos y luego nos ha dejado seguir. En torno a la puerta de casa había varios coches de policía, alguna furgoneta, y dos tipos vestidos de inspectores que se han acercado a la ventanilla de nuestro coche, el que mañana reventarán los pirotécnicos.
Me han preguntado si yo era Arnold Swarchzenegger y les he respondido: ¿Es que no me reconocéis por el maquillaje? Ellos han dicho que es una pregunta oficial porque me iban a acompañar dentro de mi casa, y necesitaban hacer esa pregunta sobre la identidad para que todo fuera legal. Les he dicho que soy yo he hemos caminado hasta el salón, donde merodeaban policías.
¿Qué es lo que sabe?, me ha preguntado el más alto.
Le he contado lo mismo (más o menos) que me ha dicho el jardinero por teléfono:
Un coche ha salido de la finca a toda velocidad y cuando el jardinero ha entrado a casa estaba abierta y había papeles revueltos por todas partes.
He añadido:
¿Dónde están los papeles?
El más alto de los dos me ha puesto la mano en el hombro y me ha dicho:
Tranquilo, Arnold, nuestros especialistas están analizándolos cuidadosamente.
Yo les he dicho que hicieran lo que quisieran, y he pensado que era un buen momento para hablar con un representante de la ley sobre la desaparición de mi mujer. He dicho:
Mi mujer y mis hijos llevan fuera de casa tres días y no vuelven. Rigo, mi perro, volvió anoche magullado, pero ellos no aparecen. Creo que estarán en casa de mi suegra, pero el teléfono está desconectado y no puedo encontrarlos.
El policía bajo ha dicho:
Está bien, Arnold, pero ahora es mejor que no sigas hablando. Todo lo que digas podrá ser utilizado en tu contra. Tienes derecho a un abogado. Acompáñanos, por favor.
Yo he intentado zafarme (uno de ellos me había cogido del brazo), y entonces varios hombres me han rodeado y el alto me ha dicho:
Es mejor que colabores. Estás metido en un buen lío...
He pensado que es mejor que colabore, y he intentado averiguar cuál es ese lío en que estoy metido, pero el bajo ha vuelto a decir: Mejor que no hables ahora. Ya te enterarás.
Yo he hecho ademán de ir al baño para quitarme el maquillaje de Terminator, y el bajo ha sacado unas esposas.
No hace falta, Bill, ha dicho el alto. ¿Dónde vas?
A quitarme esto de la cara.
No te preocupes, Arnold. Nosotros te limpiaremos en la comisaría.
Y así, vestido de máquina, me han metido en otro coche, que no explotará como pasaría en la película que estoy rodando, y me han traído aquí. La celda es cuadrada y está limpia. Tiene un retrete y una cama. Una cámara me vigila. Me han requisado el ordenador portátil, así que estoy escribiendo esto a mano. Me han traído la cena:
Puré de patatas, dos chuletas de cerdo, yogur de fresa de postre.
Voy a dormir. Un abrazo.

miércoles, 18 de junio de 2008

18 de junio de 2008

Tercer día de rodaje. Me he levantado, me han maquillado, he actuado, he comido, he actuado, he vuelto a casa. La puerta principal estaba abierta, he pensado que habría vuelto mi familia pero solamente ha vuelto Rigo. Estaba sucio y tenía una herida en la pata. Mientras lo curaba con agua oxigenada y mercromina me miraba con los ojos muy abiertos, muy fijo y como loco por aprender a hablar para decirme algo muy importante. Pero los perros no hablan.
He vuelto a llamar a mi mujer al móvil pero sigue estando apagado. Es un poco raro que no aparezca, así que si mañana no ha vuelto, me pondré en contacto con la policía.
Un abrazo.

17 de junio de 2008

Segundo día de rodaje. Me he levantado, me han maquillado, he actuado, he comido, he actuado, he vuelto a casa. Mi mujer y mis hijos no han vuelto ni han llamado. El móvil de ella está apagado. Rigo tampoco aparece.
Un abrazo.

lunes, 16 de junio de 2008

16 de junio de 2008

Hola. Cuando he abierto el diario y he visto lo que escribí anoche me he llevado una sorpresa. No tengo el más mínimo recuerdo de lo del murciélago y la ventana no está rota. Debí escribir sonámbulo. ¿Cuántas más cosas podré hacer durmiendo y sin darme cuenta si fui capaz de escribir todo eso sin faltas de ortografía? Mi mujer nunca me ha dicho que me levantase sonámbulo, y nunca he dado un susto a mis hijos entrando en su habitación con los ojos en blanco. Seguramente Rigo me mordería si me viera merodear como un zombi por la casa.
Esta mañana, como escribí ayer, ha sido dura. También la tarde. Hoy hemos empezado el rodaje de Terminator 4, sobre la que no puedo decir nada. Ya la veréis. He estado todo el día, porque mi trabajo de gobernador no me permitirá participar en el rodaje más de cuatro semanas.
Han construido un hangar en mi isla para que no tenga que alejarme demasiado, y allí se rodará en formato digital casi toda la película. Yo no tengo que hacer casi nada, porque van a meter efectos especiales para corregirme algunos movimientos y para casi todo lo demás. Adiós a los decorados, que me encataban. Las grutas de la película Conan eran un buen sitio para tontear con las maquilladoras y las actrices de reparto. Pero no solamente ha cambiado esto: yo también soy otra persona distinta. Un poco viejo, no soy un T-101. El agotamiento viene por las esperas, las repeticiones, las luces... Ya no estoy para estos trotes. Pero estoy en forma, no os preocupéis.
Ahora son las nueve de la noche, estoy de vuelta en casa. He comprobado la ventana, normal, y tampoco hay cristales por el suelo. ¿Será posible que mi mujer haya arreglado el cristal hoy? No lo había pensado, pero es bastante probable. Entonces, el cadáver del murciélago debería estar en el suelo del jardín, justo debajo de mi ventana, si es que los gatos no se lo han comido. Soy incapaz de recordar, pero tampoco es algo que tenga importancia. Es más importante descansar, porque mañana será un día tan largo como el de hoy.
He escrito que he estado todo el día fuera pero creo que no he escrito que en casa no hay nadie. Otra novedad. Supongo que mi mujer se ha llevado a mis hijos a ver a su familia. Van a empezar las vaciones de verano para ellos, y siempre quieren ver a su abuela. Será eso, porque aquí no hay nadie. Rigo tampoco aparece.
Un abrazo, me voy a dormir.

domingo, 15 de junio de 2008

15 de junio de 2008 (noche)

Ha pasado algo. Me he despertado con ruido de cristales rotos. Primero de todo he pensado que el guardaespaldas está en su casa. Después he pensado que yo mismo, con un palo, puedo solucionar problemas. Después, que mi mujer me prohibe tener armas bajo el mismo techo en que duermen nuestros niños. Después, que esa es una buena razón para tener armas en casa. Después me he dado cuenta de que empezaba a dormirme, pero he recordado el cristal, y me he levantado. Una sombra aleteaba en el suelo y hacía ruido de papeles arrugándose. He encendido una luz -error, porque si alguien estaba ahí afuera hubiera sido mejor permanecer oculto. Luego me he dicho: si vienen de noche, llevarán gafas de visión nocturna. Esa cosa seguía aletenado. Debatiéndose. La luz encendida, y a mis pies, un murciélago. No conseguía levantarse del suelo, tenía un ala doblada, giraba moviendo la otra sobre su propia cara de rata. He pensado que a las mujeres les dan miedo las ratas, y que quizás ella se hubiera despertado. Con una carpeta he aplastado al murciélago. He tomado su ala con la punta de mis dedos y lo he sacado por el agujero que ha hecho en la ventana. Mañana los gatos lo habrán hecho desaparecer, si Rigo lo permite.
Aunque la causa del cristal roto ha quedado clara, no podía dormir, así que he encendido mi ordenador y he escrito esto. Son las tres de la madrugada, voy a tomar un vaso de leche y a intentar dormir. Mañana es un día muy duro. Ya os contaré por qué.
Un abrazo.

15 de junio de 2008

Esta mañana he descansado antes de ir con mi mujer y mis hijos a misa a las 10. El reverendo ha dedicado el sermón a un niño negro que ha nacido, hijo de una vecina. Todos hemos estado conformes. Yo llevaba un traje blanco, mi anillo familiar y zapatos de redecilla. Mi mujer un vestido de flores y un sombrero. Mis hijos no sé cómo iban vestidos. Corrían y gritaban incluso dentro de la iglesia.
Después de ir a misa siempre nos quedamos hablando con nuestros vecinos. Mi mujer es demócrata y está muy obsesionada con Obama. Yo me aburría y he decidido invitar a todos los niños del parque a helados. Mis asesores me dijeron que lo hiciera de vez en cuando. Que no viene mal. He invitado incluso a Pierrot, el hijo de mi guardaespaldas.
Para comer hemos ido a un restaurante español que está de moda. He comido: paella, gazpacho andaluz, fabada asturiana, migas con chorizo, ensalada mediterránea y otra cosa con un nombre rarísimo. De postre pan de Calatrava.
Después he tenido sexo con mi mujer, siesta y al despertar ella había salido. Últimamente sale los domingos por la tarde a unas reuniones de su partido demócrata. Creo haber dicho ya que ella es demócrata. He visto la película: Marnie. Regular. Después un poco de gimnasio (cuarenta minutos) ducha y a dormir.
Hoy no ha pasado nada raro, así que no creo que vuelva a pasar nada raro más. Rigo ha terminado de leer el libro y vuelve a estar pensativo todo el día.
Un abrazo.

sábado, 14 de junio de 2008

14 de junio de 2008

Hola.
Esta mañana, por alguna razón, me he despertado a las doce. Más extraño: mi mujer y mis hijos estaban durmiendo y en silencio. Más extraño: Rigo estaba hecho un ovillo en su sillón. No sé si lo he dicho pero su sillón perteneció a Verdi.
Como ya no llegaba al trabajo he ido por mi teléfono móvil. Estaba lleno de llamadas perdidas. ¿Cómo es posible no haberlo oído? Anoche me fui a dormir temprano porque me había despertado ladrando el perro a las seis. Me he dicho: en fin, vamos a despertar a los niños y a la mujer. Por lo menos ellos no han perdido clase.
Luego he ido a trabajar. Nadie ha tomado a mal mi retraso, y en la oficina todos se comportaban como si hubiera llegado a tiempo. Yo he hecho alguna broma con la pereza pero nadie se ha reído más o menos que con las demás bromas que suelo hacer. Mi secretaria estaba algo seria. No sé si lo he dicho antes, pero se llama Catherine, es rubia, baja y siempre lleva la misma ropa. Me dijo que era porque el departamento de gobierno se la suministra.
Trabajo hasta las tres, así que he llegado hambriento a la hora de comer: patatas fritas y hamburguesas con queso y bacon (ocho).
Después he visto una película antigua: "La costilla de Adán", pero me he dormido. He considerado que eso era la siesta, porque me he despertado cuatro horas después. Mi familia estaba durmiendo también, y Rigo no aparecía (más tarde he descubierto que estaba a los pies de su sillón, roncando). Como la casa estaba en silencio he empezado a escuchar ruidos en el jardín. He dado un paseo, no me apetecía hacer deporte, y he visto cómo un coche arrancaba y se alejaba a toda velocidad de la casa. Me he acercado al sitio donde había estado el coche (la ventana del comedor) y he visto un trozo de manguera de goma que entraba por la ventana. Sin duda los ocupantes del coche estaban haciendo algo con ese tubo. ¿Cómo han entrado en mi propiedad? Mañana iré a preguntar a los guardias, hoy estoy muy cansado.
Un abrazo.

viernes, 13 de junio de 2008

13 de junio de 2008

Hola.
Esta mañana me ha despertado ladrando Rigo. Eran las seis de la mañana pero no he podido volver a dormirme. Rigo seguía ladrando, así que me he vestido y he salido de la cama. Mi mujer duerme en la habitación de los niños, porque ellos si no lloran, no sé si lo había dicho. Es otro asunto que no tiene que ver (creo) con la razón por la que Rigo ladraba. En el salón, había unos papeles revueltos. Mi caja fuerte estaba abierta, Rigo la miraba y luego me miraba a mí, temeroso y enfurecido, creo. Las ventanas que dan al jardín estaban abiertas, me he acercado a cerrarlas y el sol estaba empezando a salir por el Este de la isla.
No se han llevado nada. Lo que buscasen no lo han encontrado. No puedo decir más, por ahora, salvo que calmar a Rigo me ha costado un buen rato. Al final lo he convencido regalándole un libro llamado "Euribor, ¿por qué?" Está muy interesado en la Unión Europea, pese a haber nacido aquí.
Con el tiempo libre antes de la hora de levantarse he enviado emails a mis fans. Una chica me ha dicho que no le gusto yo ni mis películas y la he amenazado sutilmente. Espero que lo entienda y no se lo tome a mal.
Luego a trabajar: reunión con altos cargos de empresas de fertilizantes. Comida de trabajo: Sandwich de queso y pavo, ensalada envasada al vacío con rúcula y canónigos, zumo de vitaminas, café. Ridículo.
En lugar de ver una película he decidido dormir la siesta, pero los niños estaban armando jaleo. He visto, pues, una película: "Rústicos en dinerolandia". Interesante.
Luego merendar, marcha ligera alrededor de la finca (treinta kikómetros), y a dormir. Espero que esta noche todo vaya bien. Que no vuelvan por aquí. Que anoche se equivocasen de casa.
Un abrazo.

jueves, 12 de junio de 2008

12 de junio de 2008

Hoy me he levantado a las 8. He desayunado muy deprisa porque no me acordaba de que tenía una reunión con Bill Gates, que quiere poner una planta en mi Estado. La reunión ha sido muy agradable aunque al final no he querido que ponga la planta. Me ha dicho que de todas formas, me iba a regalar un prototipo de ordenador portátil de última generación con un nuevo sistema operativo llamado Windows 98. Le he dicho que ya tengo un Mac, que no me hacía falta, nos hemos dado un apretón de manos y se ha ido con sus asesores. Es muy simpático.
La reunión me ha dejado poco tiempo para firmar actas y resoluciones, que he tenido que aprobar sin leer para llegar a la hora de comer.
Hoy: Guisantes con jamón y huevos fritos (treinta). De postre una manzana.
He visto la película: Medio Fumao (mala aunque graciosa).
He merendado, he hecho pesas y abdominales, y la cama.
Antes he escrito este diario. Lo haré todos los días.
Un abrazo.

miércoles, 11 de junio de 2008

11 de junio de 2008

Hoy me he levantado a las 8. He hecho trabajos de gobierno, he firmado dos proyectos de ley, he visto en video una película llamada "Giro al infierno" (regular) y he comido: maíz, batata, carne de cerdo. De postre helado de fresa. Luego he merendado, un rato de gimnasio, y a dormir. Antes de ir a la cama he escrito esto. Lo haré todos los días. Buenas noches.