sábado, 14 de junio de 2008

14 de junio de 2008

Hola.
Esta mañana, por alguna razón, me he despertado a las doce. Más extraño: mi mujer y mis hijos estaban durmiendo y en silencio. Más extraño: Rigo estaba hecho un ovillo en su sillón. No sé si lo he dicho pero su sillón perteneció a Verdi.
Como ya no llegaba al trabajo he ido por mi teléfono móvil. Estaba lleno de llamadas perdidas. ¿Cómo es posible no haberlo oído? Anoche me fui a dormir temprano porque me había despertado ladrando el perro a las seis. Me he dicho: en fin, vamos a despertar a los niños y a la mujer. Por lo menos ellos no han perdido clase.
Luego he ido a trabajar. Nadie ha tomado a mal mi retraso, y en la oficina todos se comportaban como si hubiera llegado a tiempo. Yo he hecho alguna broma con la pereza pero nadie se ha reído más o menos que con las demás bromas que suelo hacer. Mi secretaria estaba algo seria. No sé si lo he dicho antes, pero se llama Catherine, es rubia, baja y siempre lleva la misma ropa. Me dijo que era porque el departamento de gobierno se la suministra.
Trabajo hasta las tres, así que he llegado hambriento a la hora de comer: patatas fritas y hamburguesas con queso y bacon (ocho).
Después he visto una película antigua: "La costilla de Adán", pero me he dormido. He considerado que eso era la siesta, porque me he despertado cuatro horas después. Mi familia estaba durmiendo también, y Rigo no aparecía (más tarde he descubierto que estaba a los pies de su sillón, roncando). Como la casa estaba en silencio he empezado a escuchar ruidos en el jardín. He dado un paseo, no me apetecía hacer deporte, y he visto cómo un coche arrancaba y se alejaba a toda velocidad de la casa. Me he acercado al sitio donde había estado el coche (la ventana del comedor) y he visto un trozo de manguera de goma que entraba por la ventana. Sin duda los ocupantes del coche estaban haciendo algo con ese tubo. ¿Cómo han entrado en mi propiedad? Mañana iré a preguntar a los guardias, hoy estoy muy cansado.
Un abrazo.