viernes, 20 de junio de 2008

20 de junio de 2008

Quinto día de rodaje. Se ha suspendido, claro. Sigo en la celda y nadie me dice por qué. Ha venido un hombre que dice que es abogado y yo estaba de muy mal humor. Le he dicho que llamase a mis abogados y me ha respondido que ya no tengo abogados. Le he preguntado por qué y me ha respondido que mis abogados están todos detenidos menos uno. ¿Y el otro? Parece ser que ha cruzado la frontera.
Me ha dicho que no me preocupe, que dentro de lo que cabe tengo posibilidades de salvarme. Entonces he vuelto a preguntar por qué tengo que salvarme de algo y el abogado se ha ido. No recuerdo si me ha dicho su nombre.
Pienso en Rigo y tengo un nudo en el corazón. Espero que el jardinero o alguien le dé comida, o acabará cazando o muriéndose de hambre.
En la celda, salvo por la visita del abogado, he dormido, he comido: maíz, queso de cabra, manzana, he hecho gimnasia (flexiones, abdominales) y he dormido. Antes he escrito esto. Lo haré todos los días.