sábado, 5 de julio de 2008

4 de julio de 2008, Día de la Independencia

Hola.
Hoy he pensado que de alguna manera las cosas están saliendo muy bien. Echo de menos a mi mujer sobre todo a la hora de ir a dormir. A mis hijos les tengo cariño. Me gusta jugar con Rigo y lanzar un libro de Faulkner para que corra tras él y echo de menos esas cosas de él. Lo que me preocupa es que él me eche de menos a mí por cosas más vitales, como comer o beber agua.
He comido grasa de ballena y una inmensa aleta, algo correosa, que sabía a vinagre. Me doy cuenta de que el agua que me dan de beber tiene algo raro, un toque salado: puede que sea agua del mar tratada de alguna forma.
He intentado pedir a los marineros una televisión o una radio pero no he visto a nadie, ni siquiera al grumete que se deja ver de tanto en tanto.
La dirección del barco sigue siendo Oeste. El estado de la mar es de calma absoluta, pero el barco se mueve endiabladamente. Debe estar medio roto.
Pensar que hoy es el día de la independencia en mi país y que yo tengo que estar en este barco, tan solo, no me entristece tanto como pensaba. Veo que los problemas parecen terribles cuando no han llegado y los esperamos, pero después son mucho menos dolorosos.
Un abrazo.